Sexo Medieval

Ana E. Ortega Baún

Penitenciales y sexo: una sola moral sexual medieval?

Cuando busco en internet sexo medieval o sexo en la Edad Media, no es raro que me encuentre con ciertos clichés. El más recurrente es el de pensar que durante esos 10 siglos la moral sexual, los comportamientos sexuales y las actitudes hacia el sexo no cambiaron; que lo que valía para el año 1000 seguía en vigor en el siglo XV. Nadie piensa en variaciones regionales o en la existencia de diferentes morales sexuales.

 
Muy a menudo se recurre a los penitenciales altomedievales para hablar de sexo en la Edad Media, en toda la Edad Media. En cierto modo no me extraña. La moral sexual que transmiten es ferrea, algo que concuerda con lo que, en un primer momento, solemos pensar que era la sexualidad en el Medievo. Pero a la vez son espectaculares: tienen la característica de ser muy descriptivos, de hablar de prácticas sexuales sin tapujos a la vez que las condenan fuertemente. No hay nada más divertido que leer el apartado dedicado a la lujuria de un penitencial altomedieval. Aquí os dejo un extracto de los muchos que circulan por internet de la famosa obra de Burcardo de Worms, el Corrector et medicus escrito a inicios del siglo XI. Reconozco que no es el más divertido pero es bastante representativo:

 
41-. ¿Has cometido adulterio con la esposa del otro, sin estar casado? 40 días a pan y agua, y 7 años de penitencia.
42-. Si, casado, has cometido adulterio con la mujer del otro, cuando tenías con qué satisfacer tu deseo, 2 ayunos con 14 años de penitencia.
46-. ¿Has fornicado con una monja, es decir, con una desposada de Cristo? Si es así, 40 días a pan y agua y 7 años de penitencia; y durante toda la vida los viernes tomarás sólo pan y agua.
52-. ¿Te has acoplado con tu mujer, o con cualquier otra, por detrás, como los perros? Si es así, 10 días de penitencia a pan y agua.
53-. ¿Te has unido a tu esposa durante su menstruación? Si es así, 10 días de penitencia a pan y agua.
120-. ¿Has fornicado, como lo hacen los sodomitas, introduciendo tu verga en la parte trasera de un hombre? Si estás casado y lo has hecho una o dos veces, 10 años de penitencia en los días oficiales, uno de ellos a pan y agua. Si es una costumbre, 12 años. Si lo hicieste con tu hermano de sangre, 15 años.
123-. ¿Has fornicado solo, es decir, has tomado tu miembro viril en la mano y, tirando del prepucio, lo has agitado hasta el punto de expulsar tu semilla por placer? Si es así, 10 días.
126-. ¿Has cometido sodomía o bestialidad con hombres o animales, a saber, con una vaca, una burra o cualquier otro animal? Si lo has hecho una o dos veces y no tenías esposa para aplacar tu lubricidad, ayunarás 40 días a pan y agua y harás siempre penitencia. Si estabas casado, ayunarás 10 años en días fijados. Si tenías la costumbre de cometer ese crimen, ayunarás 15 años. Si cometiste el acto en cuestión en tu juventud, ayunarás 100 días a pan y agua.

 
Como se puede ver, a muy grandes rasgos los penitenciales son listas de pecados con la pena que merecen, incluyendo agravantes y atenuantes. Surgieron en el siglo VI en Irlanda y fueron apareciendo en Europa (aunque el caso de España hay que tratarlo aparte) conforme la influencia de los misioneros irlandeses se fue extendiendo, llegando a vivir un gran éxito entre los siglos VII y XI. Eran el libro de referencia a la hora de confesar a los cristianos: con ellos el confesor les interrogaba, y con ellos el penitente conocía la pecaminosidad de sus actos y de los que no había cometido. Pero aunque su popularidad fue muy amplia, en diversos Concilios de inicios del siglo IX fueron prohibidos por diversos motivos. Tal y como demostró J.P. Payer en su libro Sex and the penitentials. The development of a sexual code, 550-1150 los penitenciales muestran un código sexual completamente diferente al que ofrecían ideólogos, obispos, concilios… autoridades eclesiásticas reconocidas de la época. No condenaban lo mismo y, cuando lo hacían, no era con la misma importancia: por ejemplo, los penitenciales no consideran especialmente pecaminoso el sexo por placer y no censuran con gravedad las relaciones sexuales no procreativas y los métodos anticonceptivos. Además, estaban obsesionados con imponer a los matrimonios numerosos periodos de continencia, tal y como vimos en otro post. Pero como no existían otras obras que sustituyesen a los penitenciales se siguieron utilizando, copiando y hasta escribiendo otros nuevos hasta mediados del siglo XII. En ese siglo surgen las Sumas de Confesión, los confesionales, obras que beben de las colecciones de Cánones aprobadas o enunciadas por autoridades eclesiásticas.


Cruzado el año 1200 cambian muchas cosas en la moral sexual cristiana. Una de ellas es que buena parte de esa espectacularidad que poseen los penitenciales se perderá. En la confesión ya no se interroga de forma directa al penitente, ya no se le pregunta si se ha masturbado o ha realizado tal postura porque se comprueba que más que alejar el pecado lo acerca: da ideas sobre prácticas y posturas sexuales. Las penitencias también cambian: se imponen oraciones, limosnas, misas, ayunos menos rigurosos… cuyo número asigna el confesor en función de las circunstancias en las que fue cometido el pecado y las de pecador. Pero sobre todo ya nunca nos encontraremos con dos morales sexuales cristianas conviviendo a la vez en el Occidente medieval.

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