Los Sonetos Lujuriosos (y medievales) de Pietro Aretino
Es muy probable que hayáis oído hablar alguna vez de Pietro Aretino y sus Sonetos Lujuriosos. Él fue el autor de unos poemas que acompañaban a unos gravados, I Modi (Las Posturas), sexualmente muy explícitos, basados en unos dibujos de Giulio Romano. Corría el año 1527 cuando se editaron por primera vez y de manera conjunta los sonetos con las imágenes, pues estas ya habían circulado solas en una edición anterior. No se conserva ningún libro original de ambas tiradas. La primera fue perseguida hasta la destrucción por el Papa, y el editor y estampador Marcantonio Raimondi pasó un breve tiempo en la cárcel.
Puesto que una imagen vale más que mil palabras, las diferentes versiones de los Modi son más conocidas que sus acompañantes versados los Sonetos Lujuriosos. Y aún así estos son mucho más valiosos y sorprendentes para la Historia de la Sexualidad. Muchos dirían que no fueron creadas en 1527, es decir, por una persona que vivió (1492-1556) en un mundo que seguía siendo medieval en sus estructuras mentales y, por supuesto, sexuales. Y aún así, cuando nos adentramos en lo que fue la sexualidad medieval no nos parecen tan extrañas. Descarnadas, impúdicas, escandalosas, pero no de una sexualidad imposible en aquel tiempo.
Toda lectura recomendada ha de ser acompañada de una serie de advertencias. Los Sonetos Lujuriosos de Pietro Aretino han sido traducidos al castellano varias veces, pero ya sea por intentar respetar la rima ya sea por su carga sexual, no es fácil encontrar una traducción que no aligere el contenido o, directamente, lo transforme. Así pues, si vais a ir a la biblioteca u os vais a servir de internet, buscad una versión bilingüe y comparad. Tampoco debéis de olvidar que Pietro Aretino escribió esos sonetos inspirado por los Modi, esas imágenes que mostraban a parejas en diferentes posturas sexuales, siempre en pleno acto sexual. Así pues, su alta carga sexual se debe a que nunca ocurren en los prolegómenos del sexo (el jugueteo, la seducción, las caricias…) sino que los protagonistas hablan al inicio del coito o durante este. Son conversaciones de amantes justo en ese momento, puras y duras: esta postura me está matando, esta me está encantando, qué quieres hacer, qué grande la tienes, por ahi no… Y es que esto no tiene nada de particular, ni hoy ni a inicios del siglo XVI; por ser medievales o renacentistas si se quiere, no tienen que ser más retóricos, o menos claros, o no hablar. No somos más que ellos, diferentes pero no más.
Aunque nos lo parezca, el contenido de los Sonetos de Aretino no cruzan la frontera de la sexualidad medieval y es esto lo más llamativo de ellos. Por ejemplo no hay sexo oral, el pene es el gran protagonista anatómico y el sexo es ante todo de penetración. No son novedosos estos rasgos pues son claros exponentes de su época, aunque no por ello los Sonetos dejan de ser llamativos y provocadores, como la diversidad de juicios y opiniones que se vierten a lo largo de los sonetos sobre el placer anal, ninguno de ellos moral y todos a su vez claros y crudos.
Se me podría decir que Aretino y sus Sonetos Lujuriosos son una excepción, que los sonetos sólo relatan la experiencia de Pietro y no la de toda la sociedad. Cierto es que la documentación que se acerca más a los dormitorios medievales sólo nos dice que la gente mantenía relaciones sexuales, no cómo. Pero no es menos cierto que Pietro Aretino conocía una serie de experiencias sexuales que plasmó, y gracias a sus sonetos podemos acabar rápidamente con esos discursos totalizadores que condenan a la sexualidad en la Edad Media a ser, por un lado, completamente represora y reprimida, y por el otro absolutamente liberada. Hasta en una obra como los Sonetos Lujuriosos hay un orden y unas normas que no se cruzan…
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