Michael Douglas y el cunnilingus o una vieja historia de roles sexuales
«Sin ser demasiado específico, este tipo de cáncer en particular esta causado por algo llamado HPV (Virus del Papiloma Humano), que en realidad se produce a partir del cunnilingus«. Y así fue como Michael Douglas, hablando del posible origen de su cáncer de garganta por afán informativo y preventivo, se convirtió en el origen de polémicas médicas. Pero también en el objeto de burlas sexuales. Vaya, otra vez de vuelta al mundo del sexo en la Edad Media.
La polémica médica es bien sencilla: ¿puede el sexo oral provocar cáncer? Según unos expertos sí, según otros no. Pero para muchas personas de a pie, alejadas del mundo médico y de la transmisión de las enfermedades venéreas, la relación entre Virus del Papiloma Humano (VPH) y sexo oral era sencillamente una llamada al miedo debido al ambiente en el que últimamente nos movemos. Parecía una declaración más propia de movimientos sexualmente restrictivos que algo lógico. Por desgracia el VPH se comporta como una enfermedad venérea y por ello, como todas, se transmite por mantener relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Por suerte su prevención también es idéntica: el uso de preservativos y de barreras o cuadros de látex. Para el que no lo sepa, también se puede contagiar la sífilis, la gonorrea, la candidasis o el VIH por el sexo oral o anal. Como ya digimos, las enfermedades venéreas llevan mucho tiempo entre nosotros, motivo por el cual deberíamos conocer mejor su transmisión y prevención.
Pero para mí lo llamativo de toda esta controversia empieza cuando Michael Douglas se desdice de sus palabras, negando lo que dijo, que su cáncer de garganta había sido ocasionado por practicar el cunnilingus. Y es que la reacción del actor era lógica: internet se había llenado de comentarios jocosos, de burlas sexuales hacia su persona. Todo el mundo se reía de Michael Douglas por hacer cunnilingus. Pero ¿por qué? Hoy día el sexo oral no es una práctica extraña o aberrante, buena parte de la población la practica y disfruta con ella. Entonces ¿de dónde vienen las críticas ocultas en las burlas? Bueno, la Historia de la Sexualidad es esclarecedora en este punto.
Michael Douglas ha roto un tabú sexual masculino al decir que realiza cunnilingus. Y es que históricamente los hombres son receptores de placer sexual y no de quienes se obtiene placer. Se trata de un rol sexual asignado exclusivamente a los varones adultos, y su existencia implica que su placer está por encima del de su acompañante sexual, de la persona con la que mantiene relaciones sexuales. Es efectivamente un reparto de roles, de papeles que cada cual interpreta en la relación sexual, claramente injusto: el hombre ha de ser el que reciba siempre el placer porque el cumplimiento de sus deseos son lo primero, mientras que quien ejecuta el rol femenino es el objeto silencioso del cual se obtiene placer sexual.
Esta forma de entender la sexualidad es muy vieja: ya vimos como en el mundo romano no funcionaban nuestras categorías sobre las orientaciones sexuales, había otras que diferenciaban sexualmente a las personas. En ese mundo lo que era moralmente reprochable es que un varón adulto fuese pasivo, que otro hombre obtuviese placer de él penetrándole o, peor aún, que se rebajase a hacerle un cunnilingus a una mujer. En la sociedad medieval castellana era más insultante el que te dijeran que te dejabas penetrar por un hombre, que insultarte diciéndote que eras un sodomita activo. El resultado de este juego de roles tan polarizado lo explica muy bien desde el mismísimo título Ruth Mazo Karras en su libro Sexuality in medieval Europe. Doing unto others: a grandes rasgos, el sexo en general era algo que se le hacía a alguien y no algo que se hacía junto a otra persona.
Michael Douglas ha cometido el fallo de decir que da placer sexual a sus parejas sin pedir nada a cambio. Para algunas personas se ha convertido públicamente en el objeto del que se obtiene placer, alejándose del rol sexual que la sociedad siempre ha reservado al hombre, el de receptor de todo placer sexual. De ahí vienen todas las burlas, de romper con la palabra un tabú con gran peso histórico. Y bien digo con la palabra, porque el problema aquí no es hacerlo sino decirlo. Es una actitud hipócrita en un mundo que creemos sexualmente igualitario y liberal, igualitario al no inculcar roles (por ejemplo de género) y liberal en las prácticas. Parece que todavía no hemos llegado completamente a ese mundo donde el sexo es cosa de dos, aún nos quedan ecos del mundo romano, de la época medieval y de la Edad Moderna donde el placer o se ofrece pasivamente o se recibe varonilmente, no se comparte.
Un comentario en «Michael Douglas y el cunnilingus o una vieja historia de roles sexuales»
Los comentarios están cerrados.