Montaillou, aldea occitana (y sexual), de 1294 a 1324
Hace muchos años Emmanuelle Le Roy Ladurie consiguió que un libro de Historia encabezara las listas de éxitos editoriales durante muchas semanas. Ha pasado mucho tiempo desde que en 1975 Montaillou, village occitan fuera publicado, pero aún así creo que sigue ostentando el título de ser el libro de Historia (que no de divulgación histórica) más vendido y leído. Lo cual significa que es fácil de encontrar en cualquier librería y biblioteca. Es verano, tenemos vacaciones, hace demasiado calor… qué mejor que un libro? Y no uno cualquiera. Montaillou es una obra sumamente viva y amena porque integra en su cuerpo las palabras y diálogos de aquellas personas que habitaron la aldea a finales del siglo XIII y buena parte del XIV. Y, sobre todo, porque al reconstruir hasta los más mínimos detalles de la vida de aquellas personas sorprende y rompe mitos, también a nivel sexual.
Probablemente más de uno no se atreva a ir a la biblioteca con este calor. Bueno, siempre hay soluciones. Hace no mucho los habitantes de Montaillou fueron protagonistas de un documental de producción española (se trata del primer capítulo de Los archivos secretos de la Inquisición, dirigido por David Rabinovitch) que podemos encontrar en Youtube:
Tanto el documental como el libro beben de una misma fuente: los detallados interrogatorios contenidos en los registros inquisitoriales de Jacques Fournier (el que luego sería Benedicto XII). La diferencia radica en que el documental nos cuenta los hechos ocurridos en el pueblo cuando se descubre que es el último bastión del catarismo en el Languedoc. Mientras Le Roy Ladurie reconstruye la vida cotidiana, sus pensamientos, sus ideales… Pero en ambos formatos el sexo está presente.
En el primer capítulo de Los archivos secretos de la Inquisición se nos cuenta buena parte de la vida y obra de Pierre Clergue, el cura de la aldea. Con toda probabilidad él es uno de los protagonistas más valiosos de la Historia de la Sexualidad en la Edad Media. Para empezar su sola existencia recuerda que la solicitación en el confesionario (seducir durante el acto de la confesión a una penitente) no fue un fenómeno exclusivo de la Edad Moderna. Además, sus actos y sus palabras son testimonio de lo que también ocurría en otras partes de Europa: mantener relaciones sexuales en la iglesia sin importar la ofensa que se cometía, la preocupación por una descendencia bastarda y el uso de anticonceptivos, o la excepcional ausencia de violencia en sus relaciones sexuales.
No obstante, el documental es un aperitivo para la Historia del sexo en el medievo. Hay mucho más detrás. Por ejemplo, Pierre Clergue no permite que su amante Beatrice se quede con el saquito que contiene unas hierbas que impiden el embarazo porque, si así fuese, ella podría mantener relaciones sexuales con otros hombres sin quedarse embarazada. Por tanto, parece que Pierre cree que parte su éxito radica en el uso de anticonceptivos, pero lo que está claro es que piensa que en manos de una mujer la anticoncepción se convierte en promiscuidad. El testimonio de Grazide, que no duda ni un instante en acceder a perder su virginidad, deja entrever que el sexo no era algo prohibido ni la virginidad un bien tan valorado para una muchacha como ella. Además, poniendo en relieve ante el inquisidor que su amante no fue violento con ella confirma hasta donde podía llegar la violencia sexual, pues por otros testimonios sabemos que todas las mujeres, incluso las nobles, alguna vez en su vida habían sido violadas. En otro orden de cosas, Beatrice nos muestra que las mujeres también toman la iniciativa en un mundo donde casi siempre nos parece que los hombres son los únicos que seducen y proponen. Evidentemente esta es una pequeña muestra de lo que contiene Montaillou, aldea occitana; el resto (prostitución, pecado, amor, alcahuetería…) os animo a descubrirlo porque, como todo el sexo medieval, no os dejará indiferentes.
© Sexomedieval 2013